Magila era el boxeador más carismático del boxeo brasileño y desafiaba a Holyfield y Foreman.

El histórico luchador estuvo hospitalizado durante 28 días y falleció el jueves en la capital de Sao Paulo.

24 fuera
2024
– 15:51

(actualizado a las 15:56)

Conserje en Aracaju. Albañil en Sao Paulo. Adilson Rodriguez se convirtió en el boxeador más carismático del mundo boxeo brasileño Sencillo y espontáneo, Magile -apodo que le dieron sus amigos del trabajo debido a su parecido con el popular personaje de dibujos animados- ha copado los titulares de los medios y sus peleas se han convertido en un acontecimiento inevitable los domingos. El campeón de todos los tiempos de los pesos pesados ​​falleció el jueves en Sao Paulo a la edad de 66 años. Sufría de encefalopatía traumática crónica y estuvo hospitalizado durante 28 días. En 2010 le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer.

Magilea llegó a Sao Paulo en 1970 con su hermano Mauricio. Tenía miedo del frío de la ciudad y se hizo albañil. Acabó viviendo en una camioneta, lo arrestaron durante diez horas por agredir a un compañero de trabajo, se hizo pasar por loco para no servir en el ejército y empezó a boxear a los 22 años con Ralph Zumbano, el tío de Eder Joffrey. El gimnasio del BCN destruido.



Adilson Magila Rodríguez hizo historia en el ring al representar a Brasil en peleas memorables.

Foto: Helvio Romero/Estadao/Estadao

La carrera de Magilea en el boxeo.

“¿Cuánto pesas, pequeño?” preguntó Ralph, uno de los luchadores más clásicos de Brasil. “Noventa y cinco”, dijo Magilea. Ralph estaba emocionado porque hay pocos peleadores nacionales en la división principal del boxeo.

En poco tiempo, Magilea fue campeona del tradicional torneo Forja dos Champions y del Campeonato Paulista. En 1983, a la edad de 25 años, se convirtió en profesional y después de sólo tres peleas ya era campeón nacional. Otros seis combates, ahora bajo la dirección de la compañía del narrador Luciano do Valle, llegaron al cinturón de Sudamérica.

Maguila se convirtió en una sensación nacional. Sus peleas elevaron los ratings de TV Bandeirantes, donde trabajaba Luciano do Valle. Pero 1985 fue un año difícil para el boxeador. Dos fuertes derrotas ante Daniel Falcon de Argentina y Andre van Oetelaar de Holanda, ambas por nocaut, casi acaban con su carrera. Ralf fue despedido y sustituido por Miguel de Oliveira, que en aquel momento compartía la gloria de campeón del mundo en Brasil con el legendario Eder Joffrey.

Con Miguel de Oliveira en la esquina, Magilea entregó su derrota a Falconi y Oetelaar, convirtiéndolos en ídolos nacionales. La atención de Luciano do Valle y su compañía Luki está centrada en el supercampeón Mike Tyson. Se contactó con Don King, quien representaba los intereses del fenómeno norteamericano. Incluso la pelea en el Maracaná fue un sueño.

Como resultado, las dificultades aumentaron. Ganó el primer título americano ante más de 10.000 aficionados en el Gimnasio Corinthians de Sao Paulo. Magilea derrotó al estadounidense Rocky Sekorski en 12 asaltos.

Más de 20.000 personas llenaron el Gimnasio de Ibirapuera en 1987 para luchar contra el ex campeón mundial James “Kebra-Ossos” Smith. En una decisión controvertida, el brasileño fue declarado ganador por puntos. Esta victoria lo colocó entre los diez primeros del ranking del Consejo Mundial de Boxeo y el virtual rival de Tyson.

1988 fue una de las oportunidades más esperadas para intentar conseguir el título del campeonato. Cuando no lo hizo, Magilea, que ocupa el segundo lugar, se enfrentó a Evander Holyfield, que ocupaba el primer lugar. En el duelo de Lake Tahoe, el brasileño, que fue entrenado por el norteamericano Angelo Dundee, que trabajó con Muhammad Ali y Sugar Ray Leonard, ganó dos de tres jueces en la primera ronda, pero perdió en la segunda. “Dandy me dirigió mal. Me dijo que lo siguiera. (campo santo)Se quejó Magilea.

Desde entonces, la empresa Luqui quiso poner fin a la carrera de Magilla, lo cual este no aceptó, y en 1990 se enfrentó al legendario George Foreman. Luego consiguió otro fuerte nocaut en el segundo asalto. “Me dieron un puñetazo tan fuerte que casi vine a Brasil sin pagar el billete”, bromeó al explicar las proezas de su rival norteamericano, entonces de 41 años.

Después de Foreman, Magilea luchó durante diez años más. Realizó giras por Sudamérica, recaudó dinero, mantuvo el interés público, pero nunca volvió a ser el mismo. Ganó el título mundial de la Federación Mundial de Boxeo tras derrotar al británico Johnny Nelson. De hecho, también derrotó a este oponente en el partido de vuelta.

En 2000, con 42 años, colgó los guantes. Pero él permaneció en la discusión. Produjo anuncios de televisión, participó en programas de entrevistas y grabó CD de pagodas. Con su muerte, el boxeo pierde su carácter único.

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