Glorioso ganó el partido 6-3 y se clasificó a la final de la Libertadores.
31 fuera
2024
– 09:53
(actualizado a las 9:53 am)
Botafogo alcanzó su primera final de la Libertadores y a los 90 minutos de conquistar a América por primera vez. Aunque perdió 3-1 ante Peñarol el miércoles en el Estadio Centenario, Alvinegro fue expulsado tras perder el partido de ida 5-0.
Debido a la flexibilidad del marcador, el equipo entró al campo con la impresión de que sus pensamientos estaban centrados en el próximo duelo. Mientras tanto, el técnico Arthur Jorge empezó con cinco veteranos en el banquillo. El defensa Barbosa, el mediocampista Gregor y los delanteros Luis Henrique e Igor Jesus fueron sancionados y el mediocampista Thiago Almada descansó. Así, Alvinegro entró al campo con un equipo mixto.
Presión de Peñarol
Aún con la diferencia de cinco goles en total, Peñarol salió adelante con el apoyo de su afición y eso afectó el partido. Los hombres de Diego Aguirre rondaron el área y preocuparon al Alvinegro, registrando 16 disparos sólo en el partido de ida.
Carbonero se mostró dinámico, exploró los extremos del campo y supo causar problemas. El mediocampista Leo Fernandes fue el encargado de dictar el ritmo del ataque, armó las jugadas y buscó espacios.
Con cinco jugadores diferentes de su equipo considerados titulares, el Alvinegro tuvo una primera parte lenta, incapaz de asentarse y luchando por mantener la posesión. Tiquinho estaba bien marcado y no pudo rematar el gol. Por la izquierda, Alex Telles y Mathieu Martins no aportan la dinámica.
La selección uruguaya abrió el marcador con una jugada individual. Leo Fernández jugó contra Báez en el medio campo y realizó un raro tiro desde lejos, sin darle a John la oportunidad de siquiera tocar el balón.
Tras el gol, Peñarol siguió presionando con el apoyo de su afición y Pérez disparó al fondo de la red. Aunque quedó atrás, el “Alvinegro” logró mantener la presión y entró en la segunda etapa con una mínima ventaja en el marcador.
Mejora en la segunda etapa.
Botafogo regresó al partido de vuelta con ventaja numérica después de que Aguerre fuera expulsado en el descanso por una entrada a John. Además, Artur metió en la cancha a Jorge Almada. Con la llegada del argentino, Alvinegro empezó a tener más posesión y estuvo más tiempo en el área de ataque.
El número 18 dio más poder al lado derecho atacante y ayudó a romper la línea defensiva del oponente. Alvinegro incluso firmó un penalti, pero tras revisión del VAR, Piero Maza lo despejó.
La selección uruguaya tuvo un día feliz y su objetivo estaba decidido. Con eso, Báez anotó el segundo con otro bonito remate desde fuera del área, en uno de varios remates de los Carboneros en la segunda parte.
En el medio, Arthur Jorge sustituyó a Vitinho y Tche Tche con las incorporaciones de Mateo Ponte y Eduardo, y luego el Bastos amarillo dio paso a Allan. Con esto, Danilo Barbosa pasó al defensor. Sin embargo, el Alvinegro sufrió otro golpe con la expulsión infantil de Mateo Ponte tras cometer dos faltas graves en el espacio de un minuto.
Tras la expulsión, Artur Jorge realizó su último cambio con la llegada de Alexander Barbosa, uno de los cuales estaba suspendido. Esto obligó a Danilo a abandonar la defensa, volver al centro y relajarse más al pasar el balón.
Incluso sin ritmo en ataque, Alvinegro se mostró peligroso en el contraataque. Primero, Ticinho aceleró a Marlon Freitas, quien pasó el balón ante la buena parada de De Amores. En el segundo, resultó útil el ingreso de Barbosa. El zaguero argentino sacó un disparo raso que encontró a Thiago Almada. Lo fildeó y se lo pasó a Marlon Freitas, quien lo devolvió al 18, quien lo empujó hacia la red vacía en el segundo poste.
Sin embargo, el alivio de los blanquinegros duró poco y los uruguayos ampliaron el juego tras entrar en juego. Pérez arrancó y atrapó la defensa de Botafogo y encontró a Batista, quien dominó con habilidad para anotar el tercer gol. Tras el tercero, los Carboneros presionaron, pero no supieron intimidar y perdieron la ventaja general.
Con su primera clasificación a la final de la Libertadores, el sueño de Botafogo de conquistar América sigue vivo como nunca antes. Glorioso ahora se enfrentará al Atlético Mineiro en la final el 30 de noviembre en el Estadio Monumental de Núñez de Buenos Aires.