El espectáculo se realizó antes del partido entre Uruguay y Botafogo, por la Libertadores, en Montevideo, por la semifinal.
Los episodios violentos previos al partido entre Botafogo y Peñarol, el día 23, en Río de Janeiro, tienen importantes consecuencias. Este caso llevó al arresto de 21 fanáticos en Brasil. El miércoles, antes del partido de vuelta de la semifinal, en el Estadio Centenario, los aficionados desplegaron pancartas exigiendo la liberación de los presos en Brasil.
Un tema escrito por “Freedom for Boys” (literalmente). Además, se exhibió un cartel de un familiar con las palabras “La legítima defensa no es un delito”.
Los medios de comunicación e incluso el propio Peñarol informaron que los aficionados uruguayos fueron objeto de una emboscada por parte de la policía de Río de Janeiro y la afición organizada. Las escenas de violencia en el Recreio do Bandeirantes, sin embargo, no mostraron la participación de hinchas cariocas, sino enfrentamientos entre uruguayos, agentes de seguridad y vecinos.
Los uruguayos, de hecho, cometieron diversos delitos dependiendo de sus acciones individuales. Entre los delitos se encuentran tenencia ilegal de arma de fuego, hurto, lesiones corporales, robo con ayuda de agentes, daños agravados, incendio provocado, asociación para delinquir, resistencia, desobediencia, injurias, riñas, injurias raciales, corrupción de menores y el artículo 201 de la Carta. . do Torcedor, por delitos contra la paz en el deporte.
Peñarol y Botafogo se volverán a enfrentar el miércoles a las 21:30 en el Estadio Centenario por el partido de vuelta de la semifinal de la Libertadores. El partido debía disputarse en el Campeón del Siglo, casa del equipo de Carbonero, pero fue cambiado por motivos de seguridad.
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