El equipo de Sao Paulo ganó 1×0 con gol de Douglas Baggio.
La noche del martes (29), la Arena da Amazônia fue escenario de un destacado choque entre Amazonas y Botafogo-SP, en la 34ª jornada del Campeonato Brasileño de Serie B. El partido prometía emociones y no defraudó. Con un público numeroso y gradas coloridas, se esperaba que el equipo local pudiera confirmar el apoyo incondicional de su afición. El equipo de Sao Paulo ganó 1:0 con gol de Douglas Baggio.
El primer tiempo comenzó con Amazonas teniendo la ventaja de la posesión y mostrando un juego interesante y creativo. Las ocasiones llegaron como olas en un mar embravecido, pero para consternación de los aficionados, el balón insistió en no entrar. Los tiros desde fuera del campo, las jugadas a balón parado y los pases peligrosos no se convirtieron en goles. Con cada intento fallido, se escuchaba un cántico colectivo en la arena.
Y como un balde de agua fría en el calor de la esperanza, Botafogo-SP utilizó uno de sus raros ataques. En una jugada rápida, la defensa del Amazonas se desorganizó y el equipo visitante abrió el marcador al minuto 30 del primer tiempo. Un golpe que cortó la euforia de una afición que ya sentía el peso de la decepción.
En la segunda parte el panorama del partido cambió. Ambos equipos fueron en busca del gol y hubo ocasiones por ese lado. Amazonas, incluso detrás del marcador, no se dejó desanimar. En lo que pareció una jugada, el delantero Enio recibió el balón en el área y recibió una falta. El árbitro señaló el tiro libre y trajo esperanza al corazón de las Amazonas. Sin embargo, la carga fue un verdadero desastre. El intento de Enio de igualar vio su disparo detenido por el portero contrario, que se convirtió en el héroe de la noche.
La decepción de los aficionados fue palpable. Un grito de desesperación resonó por el campo, mezclado con el sonido de una respuesta que parecía lejana. Amazonas luchó hasta el pitido final, pero por mucho que lo intentó, el marcador quedó 1-0, una amarga derrota para alguien que tuvo tantas oportunidades pero no supo aprovecharlas.
El partido terminó y la afición, aunque decepcionada, aplaudió el esfuerzo del equipo. En medio del sentimiento de descontento, quedó la creencia de que el fútbol se compone de altibajos y surgen nuevas oportunidades. Para Amazonas, el desafío ahora es aprender de los errores y buscar la recuperación en futuras batallas. Pero la esperanza sigue viva en los corazones de los aficionados que siempre estarán ahí y dispuestos a apoyar a su equipo.